EL 2MUSEOS, EL MÁS PEGADO DE LA NOCHE

por Matías Mugione

 

“Ser Pensante. Movimiento Petrushaus”, “La vida es dura”, “Alberto Greco ¡¡¡qué grande sos!!!”, “Tomamos el paraíso”, “Barrio La Cava”, “Sally Was Here”, “Prohibido no fijarse en los carteles”, una ballena, un Dillom, un Diego.

Son algunas de las cosas que quedaron plasmadas en la pared del MAC en la Noche de los Museos del sábado pasado, cuando se hizo en el 2Museos el cierre de las jornadas de Paste Up, una técnica de arte urbano que consiste en pegar imágenes, diseños y textos en paredes. Esta instalación se llevó muchas miradas y fotos, incluso de personas que pasaban de casualidad por la vereda.

Las jornadas estuvieron a cargo de Ale Giorgga y Gala Galardi, quienes el jueves habían dado una charla en el SUM y el viernes hicieron un taller en la Escuela de Artes Visuales (ESAV), en el que produjeron algunas de las pegatinas que terminaron en la pared exterior del museo y en las rampas de acceso a la sala.

A las de la ESAV sumaron “pegas” que trajeron desde Buenos Aires, de artistas de otras partes del país y de Chile, Perú, Brasil, Uruguay, Francia, Inglaterra, España. Parado en la vereda, mientras terminaba de darle los últimos detalles al mural, Ale calculaba que tenían creaciones de entre 60 y 70 personas.

“El paste up básicamente es cualquier tipo de expresión visual manifestada en soporte papel, acá hay grabado, stencil, serigrafía, xilografía, pintura, taco a presión y a máquina, pintura”, contó Giorgga. Con pinceles de brocha gruesa y Wepel —un adhesivo para empapelado— llevaron esas expresiones a las paredes del MAC, logrando así una gran instalación colectiva, diversa y colorida.

Galardi explicó que por lo general usan papeles reciclados, más que nada para abaratar costos: el sulfito, papel de diario, papel afiche. El pegamento “forma una película que plastifica” el mural y que, si bien tarde o temprano se deteriora con la lluvia o el sol, se le puede ir dando “un refresh” superponiendo otras pegatinas arriba. Es que la base está.

Desde temprano habían empezado a laburar, con un andamio para llegar a las partes más altas de la pared, y a las 19, cuando comenzaba oficialmente la Noche de los Museos, el muro estaba libre para ser visto y trabajaban, junto a estudiantes de la ESAV, en terminar las pegatinas de más abajo y darle los toques finales, como pintar el zócalo de amarillo y tapar los huecos con papeles random.

Ale destacó que “lo interesante de este tipo de propuestas es que, si bien uno cuenta con el material previo a la instalación, tiene una cuestión compositiva instalativa muy espontánea, en el momento que se realiza la acción”. Y al ser museólogo se mostró contento de poder hacer algo así, “re urban”, en el MAC: “Este tipo de cosas permite que la gente se pueda conectar más con estos lugares y eso está buenísimo”.

Pero el paste up no fue lo único que ocurrió en el 2Museos esa noche. Dejando la vereda detrás, se podía ver a la izquierda a DJ Tefishh en su mesa, que musicalizó toda la jornada en el patio con indie dance —un subgénero de electrónica— y, a la derecha, más pegatinas del mural, que daba la vuelta desde el frente en búsqueda de más espacio en las rampas de acceso.

Si avanzabas llegabas a una gran mesa a cargo de la cooperadora de la Escuela de Artes Visuales. Al lado de la puerta de entrada al MAC, docentes tomaban y despachaban los pedidos de bebidas (gaseosas —Coca, Sprite, Fanta—, aguas saborizadas de 500 y 330 cc, agua, cerveza Imperial) y comida. Ofrecían choripanes y hamburveganas que estaban haciendo en el fondo y se pegaban al aire con sus más bellos aromas.

 

Caldenal a la vista

Ya dentro del edificio del MAC se podía ir a su Salón de Usos Múltiples, donde seguía la muestra Observatorio del Caldenal, con coordinación general y curaduría de Javier Barrio. Se inauguró el 23 de noviembre pasado, como cierre de las Jornadas de Salud Ambiental y Derechos Humanos de la Universidad Nacional del Sur.

“Es un dispositivo poético, científico, comunitario y participativo que tiene el objetivo de representar, habitar, conocer y defender la singularidad del paisaje del bosque de caldenes del Parque de la Ciudad de Bahía Blanca, un ecosistema hoy en extinción”, presentaba un texto en la pared.

En este espacio había imágenes satelitales del Caldenal y fotos de diferentes actividades que se hicieron en él —por ejemplo, una performance de la Escuela de Danza—, una pieza que recupera una técnica ancestral de los pueblos originarios que utilizaban tintes naturales con corteza de caldén y un poema de Alejandra Sagui, entre otras cosas.

 

¡Qué grande la Pequeña y Mediana!

Volviendo del SUM se podía subir la escalera al primer piso, donde estaba la Pequeña y Mediana, la feria de arte del 2Museos que se había inaugurado el jueves 5 y que fue impulsada especialmente para mostrar formatos medianos y pequeños.

Este espacio se pensó a partir de la Feria de Artes Visuales que se realizó en mayo en Casa Coleman. La idea era que los artistas locales contaran con una nueva oportunidad de mostrar y vender sus obras, ya cerca de las fiestas de fin de año. La PyM siguió el viernes, y el último día para disfrutarla y aprovecharla era ese sábado.

Un cuadro hecho con acrílico sobre papel daba paso a una escultura de madera de quebracho y otra de metal reciclado; de repente te encontrabas un óleo sobre madera, fotografías analógicas, bordados sobre lienzo, origamis, grabados en aguafuerte y más. Había una gran variedad de obras expuestas —participaron más de 60 artistas— y tenían códigos QR para poder acceder a info sobre sus creadores. Incluso algunas estaban marcadas con un círculo rojo porque ya se habían vendido.

Entre los artistas presentes se encontraba Rocío Simón, quien dibuja y pinta utilizando técnica mixta y contó que es la primera muestra en la que participa. Definió a la Pequeña y Mediana como “una vidriera para que te conozcan” y destacó la diversidad de obras que había.

La plegadora origamista Silvia Ballester se sumó a lo que decía Rocío y agregó que “fue maravilloso” encontrarse con otros creadores, conocerse e interactuar: “Compartir con ellos, para mí, fue lo mejor de toda la experiencia”.

En tanto, Yanina Dastugue hace esculturas en cerámica y comentó que también es su primera vez en una exposición y que se sintió contenida por el museo: “El recibimiento por parte de las autoridades y
coordinadores fue de diez, incluso para los que no teníamos experiencia, y los artistas que ya tienen un training nos trataron excelente”.

El 2Museos no pudo dar mucho en cuanto a espacio físico (el Bellas Artes está cerrado al público porque se utiliza para guardar obras y el patio no estaba disponible ya que ahí se construye el futuro depósito), pero se las arregló para dar espacios a lo urbano, a la diversidad, lo colectivo y lo natural, a lo grande, pequeño y mediano.

Si bien no abrió todas sus puertas, las que abrió fueron para todos. Y a pesar de no ser un trapero famoso, se re pegó en la Noche. De los Museos.

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