El misterio de las cosas

sobre El horizonte es dulce, muestra de Alejandro Cides en Subterránea

por Silvina Lischinsky

Desde hace 20 años dicto clases de Historia del Arte. Como vicio profesional no puedo evitar, al entrar a una exposición, clasificar las obras según el sistema de géneros creado por las Academias de Bellas Artes europeas en el siglo XVII. Los géneros pictóricos fueron establecidos como un sistema que permitiera categorizar, ordenar y jerarquizar los diferentes temas recomendados para ser tratados por los artistas, sobre todo los pintores, en aquel momento. Reinventados y actualizados, algunos de aquellos géneros siguen vigentes en el arte contemporáneo no sólo como recursos para la realización sino también como categorías de análisis. Por eso al llegar a la Sala Subterránea de la Biblioteca Rivadavia y encontrarme con las pinturas de Alejandro Cides, fue inevitable poner en juego el hábito y encuadrarlas bajo el grande y confortable paraguas del “paisaje”.

Siguiendo con los vicios profesionales, podemos recuperar algo del origen de este género tan visitado en el siglo XIX y todavía hoy vigente. La expresión “bellos pedazos de países” fue utilizada por el pintor de la corte y tratadista italiano Vicente Carducho ya en el 1600. Se refería a un paisaje concreto situado a orillas del río Manzanares en España. La frase resume tanto la génesis del género como la del concepto, remitiendo a la selección concreta de un lugar a la vez que a su valoración estética. En definitiva, el término designa la selección, el recorte y señalamiento concreto de un determinado territorio, así como su representación.

El género en cuestión se fue cargando de codificaciones y convenciones a lo largo de los siglos, entre ellas los indicadores espaciales, los gradientes de color, textura y tamaño y, particularmente entre los artistas rioplatenses, el formato apaisado. Recorriendo la sala noto agradecida que Cides está decidido a romper varias de aquellas codificaciones centenarias. Aunque reconozcamos inmediatamente vistas de la pampa húmeda bonaerense (mucho cielo, algo de tierra y pastizales, montes y algunos árboles) no hay formatos apaisados que acentúen la horizontalidad del territorio: el formato que persiste es el pequeño rectángulo vertical. El horizonte insiste y, sin embargo, entre el cielo y la tierra o uniendo ambos, una serie de apariciones nos sorprenden rompiendo más radicalmente toda convención. Entre el paisaje y nosotros, obturando, enmarcando o resaltando zonas de la representación, surgen elementos extraños: filosas geometrías de colores estridentes, escalas cromáticas como tótems, gráficos con los colores del espectro insertados en el terreno o adentro de una nube, marcos recortados señalando alguna zona del cielo o líneas verticales como lanzas atravesando la superficie de la tela. Muchos de estos elementos remiten a ejercicios propios de la formación artística. Docente de arte durante muchos años, esos recursos ya forman parte del inconsciente pictórico del autor, como un sistema de escritura ideográfico de un país de pintores. Alejandro los inserta en sus cuadros y genera así un contraste con el tratamiento naturalista de las imágenes, logrando de este modo ese efecto de extrañamiento tan anhelado por los formalistas rusos en la experiencia poética. Para ser sincera, yo también anhelo tener algún tipo de des-automatización perceptiva cuando me encuentro frente a una obra ¿para qué el arte, si no?

Hay entonces en las pinturas de Cides un intento de congeniar naturaleza y artificio, convención e invención, lo conocido y la sorpresa, el recuerdo y la fantasía. Estoy convencida de que lo logra. Sus pinturas son felices, sin alardes, directas, frescas.

Como en todo recuerdo sus imágenes no provienen sólo del mirar sino también y sobre todo de haber vivido, de haber cruzado calles, transitado rutas, caminado playas o explorado bosques. Alejandro se crió en Olavarría, ciudad de casas bajas, avenidas anchísimas y cielos infinitos en donde las nubes parecen al alcance de la mano. El campo de esa pampa húmeda que parece no tener fin era el patio trasero de su casa en el Barrio C.E.C.O. Cuando supe que se había criado en el mismo barrio donde vivió mi abuela materna, en el que pasé todos los veranos de la infancia, pude entender con emoción su insistencia en querer atrapar esos territorios en sus pinturas. La mirada adulta se inclina a la desmitificación y al desencanto: todo lo que era inmenso, pura posibilidad y fantasía tiende a convertirse en una realidad mensurable, concreta y árida. En sus pinturas Cides recupera el misterio de las cosas, que “son misteriosas de una manera radical e irreductible” como señala el filósofo Timothy Morton, mientras nos explica que misterioso viene del griego muein, cerrar los labios. Las cosas son innombrables e inaprensibles. La belleza extraña de las pinturas de Cides nos habla de ese fenómeno insondable que es el recuerdo, y de la imposibilidad de acceder a las cosas porque son siempre escurridizas, como aquel bello y dulce país de la infancia.

Silvina Lischinsky
Septiembre de 2025

Silvina Lischinsky es Licenciada y Profesora en Artes (UBA) Docente y artista plástica, trabaja en la Escuela Superior de Artes Visuales de Bahía Blanca (Esav) desde el año 2005.

El horizonte es dulce, muestra de Alejandro Cides en Sala Subterránea, espacio de exposiciones dependiente del Instituto Cultural de Bahía Blanca en Biblioteca Popular Bernardino Rivadavia, Av. Colón 31, puede visitarse hasta el 18 de octubre, de jueves a sábado de 17 a 20 hs.

Alejandro Cides. Córdoba (1975) Argentina. Artista visual, curador independiente, músico y profesor de artes visuales, gestor cultural diplomado en Universidad Católica de Córdoba.

Su trabajo forma parte del patrimonio del Deji Art Museum Nanjing China, Centro Cultural España en Buenos Aires, Museo Arte Contemporáneo de Bahía Blanca y colecciones privadas.

Exposiciones 100 artistas contemporáneos argentinos Galería Marte up market Montevideo Uruguay, Arte chacra arte BA Bs As, Galería Peche Burgos España, Proyecto Milagros Berkeley EE.UU, Bienal del fin del mundo Ushuaia, Arte Chacra Centro Cultural Borges, Espacio Zenit 7 Bs As, Centro Cultural San Martín Bs As, Centro Cultural España en Buenos Aires, MAC de Bahía Blanca. MAC Rosario. Germina campos Santa Fé, Espacio Centro Córdoba, Casa 13 Cba, O Galería Bs As, Galería Agalma Bs As, Bienal Venus Tandil, Espacio Nido Tandil, Distrito 1 Trelew, BAC Salta, Punto Azul Museo Sierras Bayas.

Seleccionado por A – DESK instituto independiente de Crítica y Arte Contemporáneo de Barcelona para charlas sobre historia y curaduría del arte Centro Cultural parque de España. Rosario

Becas de la fundación internacional Antorchas en Tandil y Bahía Blanca. Argentina.
Beca Fondo Nacional de Las Artes. Residencia Loma Bola Córdoba dirigida por Diana Aisenberg. Residencia de artistas La Calera Sierras Bayas Pcia. Bs As dirigida por Diana Aisenberg
artcides@gmail.com / www.facebook.com/CidesAlejandro / IG@cidesalejandro

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